Por Daniel Ulibarri
Quien diga que las nuevas generaciones del soul no salen del Reino Unido, se equivoca. Joss Stone, Sam Smith, Amy Winehouse, Labritnth, James Morrisson, Rebecca Ferguson y Paloma Faith son una buena prueba de que la esencia soul, que siempre ha latido con fuerza en Estados Unidos, echa raíces ahora en Inglaterra.
Para quiene no ha tenido el placer de conocerla aún, en dos platos: Paloma Faith empezó su carrera haciendo sus propias versiones de los cantantes de soul y blues que más le gustaban, intentando encontrar, así, su estilo vocal propio.
Al poco (2009), lanzaría el tema que la catapultó a la fama en Reino Unido: It’s Christimas (and I Hate You) con el cantante inglés Josh Weller.
Desde su primer single Stone Cold Sober hasta más recientes como Leave While I’m Not Looking han pasado dos decenas de singles y una actuación memorable en los BRIT Awards del 2015, en los que mezcló el espíritu de Amy Winehouse y el dramatismo de Janis Joplin para interpretar ‘Only Love Can Hurt Like This’; sin duda, la mejor actuación de la noche en la que ganó el premio más cotizado por los músicos ingleses: Artista del Año.
El Regreso
Tras dos años de ausencia, en los que tuvo a su primer hijo, la Faith está de vuelta.
Inspirada en Bob Dylan, Nina Simone y Bruce Springsteen, finalmente Paloma Faith ha publicado su disco político, ‘The Architect’.
Por suerte lo hace sin aburrirnos con referencias superfluas al Brexit y a Donald Trump, aunque de vez en cuando sí sucumbe a declaraciones hiperbólicas tipo “estamos en la tercera guerra mundial”.
‘The Architect’ no habla sobre ningún conflicto concreto, sino que más bien se dirige a ellos indirectamente a través de temas como la violencia, el patriarcado o los derechos humanos.
El single principal del álbum, ‘Crybaby’, es un tema disco con mensaje claro, los hombres SÍ lloran, y que pese a ser muy bailable y pegadizo contiene un fondo de angustia que refleja perfectamente su mensaje.
El mismo mensaje que se repite en ‘I’ll Be Gentle’ con John Legend, posiblemente la obra maestra del disco, una balada estilo Motown épica, con arreglos y coros góspel espectaculares, un poco navideña, en la que Faith sentencia: “un hombre de verdad deja que se le vea llorar”.
Faith invita a varias personalidades de la cultura en ‘The Architect’ para que la ayuden a expresar su mensaje de unión, paz y activismo, entre ellos al periodista Owen Jonesy al actor Samuel L. Jackson, quien abre ‘The Architect’ planteando directamente la tesis del álbum y clamando: “haz algo, di algo, cree en algo, pero sobre todo, sé consciente de que puedes cambiar las cosas”.
Esta ambigüedad por tanto es ideal para que Faith integre en el álbum otros temas de autosuperación más personales como son ‘Guilty’, otra pieza Motown enorme; el exuberante y dramático tema titular y la otra maravilla disco de ‘The Architect’, ‘Til I’m Done’.
A menudo ‘The Architect’ redunda en fórmulas viejas sin impresionar, como es el caso de varios temas hacia el final del disco, como ‘Lost and Lonely’.
Hay un bonus reivindincable, ‘Power to the Peaceful’, cuya producción remite a The Neptunes, y sobre todo la primera mitad del álbum está llena de buenas canciones, a destacar también ‘Kings and Queens’ y la dramática ‘Surrender’, otra gran canción con coros góspel.
Un poco de tijera y a Faith le habría quedado un disco cercano a la perfección.
En cualquier caso merece el número 1 que obtuvo en Reino Unido, y de los discos que se vendieron como churros estas Navidades, sin duda el mejor.